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Un año, 14 Municipios y 2700 huéspedes

Hotel cerca al terminal de trasnporte Hotel cerca a la UTP Hotel en uno de los mejores barrios de la ciudad de Pereira

Vender un producto y ofrecer un servicio es una actividad que han hecho las empresas durante décadas, pero en la actualidad las marcas y compañías prestadoras de servicios están buscando como reinventarse a través de la venta de experiencias. A simple vista nos parece extraño pensar si es posible “vender una experiencia”, por eso como decía un profesor en la universidad: “veamos un ejemplo para interiorizarlo”

Vender una experiencia es lo que veo cuando entro al Louis Vuitton de Champs Elyseés, va más allá de hacer que el cliente compre un bolso costoso, de primera calidad y que le va a durar toda la vida.

Se trata de tener un staff internacional con vendedores que no solo hablan francés, inglés y español, sino alemán, mandarín y coreano. Hasta tres personas atienden a un cliente: una trae el bolso del storage, otra trae la champaña, jugo de naranja, macarons o lo que el cliente desee consumir y el otro prepara los empaques donde el artículo será minuciosamente dispuesto para el viaje al país de donde provenga su comprador. Además, se llevan las bolsas hasta el carro y se despiden por nombre propio. “Hasta luego señor Arteaga, hemos disfrutado mucho su visita en Louis Vuitton – Champs Elyseés y esperamos verlo de nuevo muy pronto”

Vender experiencias es la metodología más usada en el siglo XXI, a través de la cual los negocios pretenden generar un enganche total con sus clientes y crear una relación a largo plazo. Esto es precisamente lo que pretende el Hotel Álamos del Parque, brindando un servicio personalizado a cada huésped se ha posicionado como uno de los hoteles preferidos en la ciudad de Pereira, por ejecutivos que buscan espacios tranquilos; lejos de los inconvenientes que puede presentar una gran cadena hotelera, para una persona que viaja cuatro de siete días a la semana.

Ofrecer una experiencia de hogar y tranquilidad es el quehacer del hotel; saberse el nombre de todos su huéspedes, mantener un espacio de silencio absoluto y ofrecer un servicio de tú a tú, es posible gracias a que el hotel cuenta con 14 habitaciones, las cuales tienen el nombre de cada uno de los 14 municipios de Risaralda con el fin de promover el Paisaje Cultural Cafetero del departamento.

Estar ubicado en una de las mejores zonas residenciales de la ciudad, no solo lo ha hecho el preferido por ejecutivos de alto rango, sino también por turistas extranjeros que prefieren visitar hoteles pequeños de alta calidad donde son tratados de forma individual y no como un simple número en una gran cadena hotelera. María Soraya Trujillo y María Faisule Trujillo, quienes celebran de manera exitosa el aniversario del proyecto que empezaron hace un año, sueñan con convertirse en la cadena colombiana más grande de hoteles pequeños.

Además de su room service gratuito, han diseñado tours a cualquier municipio de Risaralda pensando en sus visitantes extranjeros; mediante convenios con diferentes empresas han logrado que quien adquiera este servicio, sea recogido en la puerta del hotel, transportado hasta el municipio de sus interés y allí sea acompañado todo el tiempo por un guía, quien además de hacer la introducción al municipio, acompaña al visitante en las actividades que desee realizar como avistamiento de aves o visitas a fincas cafeteras.

El hotel cuenta con un café-restaurante que utilizo frecuentemente para “tardear” con amigos, un punto de helados roll los cuales conocí por primera vez hace unos años en Praga y los como siempre en París, de hecho no conozco donde más se consigan este tipo de helados en Pereira; tiene también una hamburguesería donde se ofrecen además otras soluciones rápidas de comida. Todo esto fue incorporado al diseño de hotel pensando en la comodidad de sus huéspedes, evitándoles el desplazamiento a otras zonas de la ciudad en busca de opciones de desayuno, almuerzo y cena, antes o después de un largo día laboral.

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